Los Riesgos Principales de gestionar una piscina

¡Es un amigo de mi cuñado! ¡Qué buen precio! ¡Es un conocido de uno del trabajo! Estas frases, son un gran problema en nuestro sector. Antes de tomar una decisión, hay que saber todo lo que envuelve la gestión de piscinas, sus responsabilidades y consecuencias.

Garantizar que no haya accidentes en la piscina es imposible.

Pero que cuando ocurran, haya un responsable que se haga cargo, depende de la empresa de mantenimiento de piscinas responsable, que hayan elegido los propietarios.

La salubridad en el agua depende de dos agentes.

1. Usuarios:

La responsabilidad de elegir una empresa profesional y de respetar las normas de la piscina.

2. Empresa de mantenimiento de la piscina:

En este post hablaremos de las responsabilidades que tienen las empresas de mantenimiento de piscinas, incidiendo en los riesgos que supone que no cumplan con alguna de sus responsabilidades.

Toda empresa que preste el servicio de mantenimiento de piscinas debe tener personal cualificado para ello, con una formación expresa para poder desarrollar la actividad, para ello deben tener titulación relacionada con salud ambiental, control de calidad de aguas e hidráulica.

Las claves de la responsabilidad de los usuarios.

1. Usuarios respetuosos.

Por último, los usuarios deben respetar las normas y directrices de los socorristas, pues el incumplimiento de las mismas derivará en la negación de la responsabilidad civil por parte de la póliza de la empresa, recayendo de nuevo sobre los propietarios de la instalación.

2. Garantías y seguridad.

La responsabilidad de que una piscina sea segura y tenga garantías es nuevamente de los propietarios, pues la elección de una empresa profesional y el respeto de las normas, garantizará el servicio y se responsabilizará en caso de una infracción o siniestro en la instalación.

3. Minimizar accidentes.

Desgraciadamente, son muchos los accidentes y muertes que suceden en las piscinas durante las temporadas de verano. Evitar estos accidentes no siempre es posible pero, minimizar sus consecuencias, sí que lo es.

Las claves de la elección de una empresa de mantenimiento de piscinas.

1. Asesoramiento.

Las empresas mantenedoras de piscinas deben asesorar al cliente sobre las necesidades que requieren las instalaciones para cumplir la normativa vigente, pues el incumplimiento de la misma supondrá sanciones en caso de una inspección de sanidad, sanciones que correrán a cargo de los propietarios de la instalación.

2. Responsabilidades.

Así mismo, toda empresa profesional de la piscina debe cumplir con sus responsabilidades y tener contratada una póliza de responsabilidad civil que se hará cargo en caso de cualquier siniestro imputable a la empresa; siempre y cuando cumpla con sus responsabilidades legales ya que sino la aseguradora no se hará cargo. Si la empresa contratada no tiene de alta a los trabajadores en el régimen que corresponde, no cumple con la prevención de riesgos laborales o cualquier otra responsabilidad, supondrá que la póliza de responsabilidad civil no responderá en caso de siniestro, por lo que la responsabilidad subsidiaria recaerá sobre los propietarios que serán quienes tendrán que hacerse cargo de la posible sanción y/o indemnización que derive del siniestro.

3. Socorristas profesionales.

Otro de los principales problemas que depende de la empresa es que el socorrista sea profesional, pues en caso de un siniestro, si el socorrista no ha cumplido con sus obligaciones, la responsabilidad no será asumida por la póliza de responsabilidad civil.

Problemas de no contar con personal cualificado.

  1. Tendrán que hacer frente a problemas en la piscina sin conocer la solución concreta. Lo que derivará en tratamientos innecesarios al agua, perjudicando la salud de los bañistas, y cerrando la instalación hasta dar con la solución.
  2. No sabrán identificar anomalías, que derivarán en costes que podrían haberse evitado, identificando a tiempo el problema.
  3. Tampoco sabrán dimensionar los diferentes componentes del sistema de depuración. Lo que supondrá que las inversiones en la piscina no serán lo eficaces que deberían

Recordad un tópico: “El desconocimiento de la ley no exime de culpa”, esto es un principio del derecho. El estado, en su facultad de imponer leyes, debe para su cumplimiento, publicar la ley. Por lo tanto, se considera que no es ignorancia, sino negligencia y, es por ello que nace nuestro objetivo de asesorar a los clientes en una elección responsable de la empresa de mantenimiento, porque alternativas hay muchas, pero no todas son responsables.

Dramas sin lechada

El abandonar una piscina y no aplicar la lechada cuando corresponde trae consecuencias nefastas para su conservación.

1. Caída de gresites.

La falta de relleno en la junta provoca menos sujeción en los gresites, que pueden despegarse. Además, al no tener medio de separación entre el pegamento de los gresites y el agua, éste deteriora rápidamente el material de agarre y puede hacer que se despeguen planchas enteras de gresites.

2. Aparición de algas.

Con la falta de lechada se generan en las juntas zonas de baja circulación de agua, propensas a la aparición de algas. Especialmente las llamadas algas negras, que son muy resistentes al producto químico y que si aparecen, es muy difícil combatirlas.

3. Gresites cortantes.

Si se van cayendo gresites, se quedan aristas vistas que pueden provocar cortes a los usuarios.

4. Mala imagen.

Una piscina que le faltan gresites parece abandonada y con algas en las paredes y suelo da un aspecto poco saludable para el baño. Piscinas con estos problemas no “invitan” a bañarse.

Socorrista en la piscina aunque haya tormenta eléctrica

El convenio de socorristas dice: No abandonar el puesto de vigilancia en caso de inclemencias meteorológicas sin permiso expreso de persona con autoridad suficiente.

Tener en conocimiento y acatar las prohibiciones y exigencias que marca la Ley sobre el reglamento de piscinas.

En pH2o tenemos dos indicaciones básicas:

  1. Con lluvia se permanece en la instalación, sin necesidad de cerrarla.
  2. Con tormenta eléctrica se cierra la piscina pero se permanece en la instalación garantizando que ninguna persona haga uso de la piscina.

El socorrista tiene por objetivo que nadie haga uso indebido de la piscina en el horario de funcionamiento y garantizar la seguridad de todos, por lo que es necesario que aún con estas circunstancias climáticas, estés apto de seguir haciendo la prevención que te caracteriza como profesional.

Y de esa manera evitar que algún usuario se ponga en riesgo. 

Recuerda  que todo evento ocurrido en horario es responsabilidad absoluta del socorrista, desde el primer hasta el último minuto.

Cabe resaltar que cada instalación debe tener un lugar adecuado para que puedan cubrirse y estar a salvo, si no fuera así, pueden comunicarnos para brindarles una solución.

Más nunca se deben acatar indicaciones del personal de la comunidad para cerrar la instalación o ausentarse de ella, toda información debe estar filtrada por recursos humanos y el servicio técnico. 

Estanquidad ¿estanquiqué?

Más sencillo de lo que parece, pero no por ello poco importante. Se trata de mantener la piscina sin ninguna fuga de agua, la cuál provocaría un consumo extra tan innecesario como poco sostenible. Así como un descontrol en los tratamientos químicos. Además, la normativa vigente exige que las piscinas presenten condiciones de estanquidad.

Hay dos tipos de pérdida.

Una de las anomalías a las que los usuarios y empresas de mantenimiento se enfrentan con mayor frecuencia viene relacionada con las pérdidas de agua de la piscina.

Y estas pueden venir de:

  1. Las conducciones (tuberías)
  2. El vaso de la piscina.

La temporada de invierno es ideal para dictaminar el origen de las pérdidas de agua.

Como ya hemos comentado en anteriores publicaciones durante la época en la que no hay bañistas conservaremos la piscina realizando controles periódicos. En dichos controles invernales, además de controlar el tratamiento químico al agua, limpiar la piscina y revisar el sistema de depuración, revisaremos y anotaremos el nivel del agua de la misma.

Si en los controles vemos que el nivel de agua de la piscina ha bajado supondrá que tenemos una pérdida de agua, momento en el cual procederemos al estudio pasivo.

El estudio pasivo.

Estudio de estanquidad de tuberías.

Terminado el estudio pasivo procederemos a realizar pruebas de estanquidad en todas las tuberías identificadas como posibles causantes. En ocasiones encontramos que las pérdidas de agua afectan a más de una tubería. El estudio se realizará con obturadores mecánicos y neumáticos y con maquinaria de aire comprimido, con este equipo independizaremos cada conducción susceptible de pérdida, introduciendo en dicha tubería aire hasta alcanzar una presión de 1bar que mediremos con manómetro, alcanzada dicha presión se aísla con obturadores la tubería y se estudia durante un mínimo de 20 minutos, si transcurrido este tiempo el nivel de presión no varía diremos que la tubería es estanca, si desciende será suficiente para afirmar que dicha tubería pierde agua.

Detalles del proceso de estanquidad

Localizar fugas.

Una vez identificadas las tuberías afectadas, debemos localizar las fugas. Para lo cual se puede emplear maquinaria de detección de fugas o realizar cotas en tuberías, descartando los tramos de tuberías que no pierden y saneando aquellos que pierden.

Puede darse el caso de que identificada una pérdida de agua al nivel de la tubería realicemos pruebas de estanqueidad y las tuberías estén estancas, esto se debe a que la pérdida proviene por la falta de impermeabilización entre el terminal de la tubería y el vaso de la piscina.

Las grietas perimetrales.

Estas no pueden ser detectadas por el proceso anterior. Se producen normalmente entre 5-20cm por debajo del nivel de la albardilla, consecuencia de la falta de impermeabilización entre el mortero sobre el que se instala la albardilla y el propio gunitado del vaso. En estos casos la pérdida se provoca por el agua que llega, como consecuencia del oleaje generado por los bañistas, al nivel de dicha grieta que está por encima de los skimers, por ello estas fugas en ocasiones difícilmente son detectadas (ya que en invierno no provocan pérdidas), pero provocan importantes consumos del agua que afectan tanto al bolsillo del propietario y como al medio ambiente.

Una excepción: este tipo de pérdidas en piscinas de vaso rebosante si pueden detectarse por el estudio pasivo explicado anteriormente, pues se verá que la lámina de agua queda por debajo de la albardilla (y en consecuencia por debajo del canalón perimetral) a un determinado nivel que no afecta a ninguna tubería.

Las consecuencias provocadas por las pérdidas de agua.

1. Salubridad:

Cada vez que rellenamos la piscina bajamos las concentraciones de desinfectante en el agua, el cual se debe de mantener estable para garantizar las condiciones de salubridad.

2. Consumo:

Los consumos de agua se encarecen cuánto más cerca estamos de la temporada de verano.

Hay que emplear el invierno para su detección y saneamiento con tiempo suficiente para realizar las pruebas necesarias, pudiendo así ahorrar en consumos de agua y cumplir con el control analítico necesario que nos indique la salubridad del agua antes de comenzar la época de baño.

“No sanear una fuga supondrá que la pérdida de agua sea mayor según avanza el tiempo, pues las filtraciones de agua provocan daños en la estructura provocando que la fuga se agrave”.

Más adelante, en una futura publicación, hablaremos de en qué consisten las rehabilitaciones más comunes en piscina para saneamiento de fugas y para prevenir que estas afecten a la piscina.

“No malgastar agua es responsabilidad de todos, por ello identificar las fugas y sanearlas evita consumos innecesarios de un bien natural cada vez más escaso”.

Mantenimiento y conservación invernal de piscinas

Mantenimiento y Conservación invernal Vs Invernaje.

En muchas ocasiones se confunde el mantenimiento y conservación invernal de piscinas con el invernaje, el cual consiste en aplicar al agua productos denominados de “invernaje” no cuidando la piscina durante los meses que esta permanece cerrada, lo que ocasiona gastos que podrían ahorrarse y genera problemas cuando reactivamos la instalación para la nueva temporada.

Tanto las piscinas, por su maquinaria y estructura, como el agua necesitan de un cuidado constante para evitar su deterioro.

La maquinaria, sino se conserva y mantiene activa se estropea, es similar a un coche descapotable el cual si solo lo usamos en verano y lo dejamos aparcado en la calle el resto del año cuando lo queramos arrancar tendremos que acudir al taller, además seguro presentará más problemas;pues a las piscinas les ocurre lo mismo.

El agua, la cual si la abandonamos perderá propiedades, además de que requerirá grandes cantidades de tratamiento químico para recuperarla, con las negativas consecuencias para el bañista que esto implica.

Para evitar gastos propios del abandono de la instalación y mantener el agua en condiciones óptimas para el baño, temporada tras temporada, es necesario mantener y conservar la piscina durante los 12 meses del año. Para ello es fundamental disponer de cobertor de invierno, inversión que amortizaremos en el tiempo en consumos eléctricos y en gastos derivados del deterioro del vaso de la piscina, mantener activos ciclos de depuración y garantizar el tratamiento químico que mantenga estables los valores físico-químicos. Al igual que durante la temporada de verano hay que controlar la maquinaria y realizar las labores de mantenimiento, con mucho menos esfuerzo y una periodicidad menor.

El cobertor de invierno es fundamental para evitar la contaminación del agua, protegiéndola de la suciedad y anulando los efectos adversos que las condiciones meteorológicas provocan a la misma. Además, será el aliado perfecto para conservar el vaso de la piscina.

Respecto a los ciclos de depuración, una vez instalado el cobertor descendemos progresivamente la duración de los mismos.

El control de tratamiento químico durante el invierno depende del estado de la estación depuradora y del tipo de dosificador que utilicemos, es por ello que la rutina a seguir viene marcada por la que requiera la piscina para mantener estables los niveles de acidez y desinfectante, lo que vendrá determinado por el tipo de dosificador que tenemos: no requiere los mismos esfuerzos un dosificador automático con ópticas de lectura de los parámetros que una piscina que se mantenga con pastillas y sin regulador automático de pH. Mantener estables los parámetros químicos es fundamental para la calidad del baño y la salud de los bañistas.

Para cerrar el mantenimiento y conservación invernal, en el caso de piscinas unifamiliares conviene que un servicio profesional realice, al menos 2 veces al año, una inspección completa a la instalación. Estas visitas son antes y después de la temporada de uso de la piscina para realizar las labores propias sobre la maquinaria, como son puesta a punto de motores, engrase de elementos metálicos, revisión del cuadro eléctrico… acciones que alargan la vida de los distintos componentes de la depuradora; además en dichas inspecciones se instalan/retiran cobertores, se protegen duchas y se realizan trabajos que evitan que en invierno/verano haya siniestros en la instalación. Este servicio se amortiza evitando gastos producidos por siniestros ocasionados por negligencias o desconocimientos, así como en los disgustos que genera no poder disfrutar de la piscina.

En ocasiones se descarta mantener y conservar la piscina fuera de la época de uso por los costes que supone, así como se desestima instalar un cobertor de invierno por su precio, lo que carece de lógica pues cuidar de una piscina fuera de su periodo de uso solo ocasiona 2 cosas:

No malgastar agua es responsabilidad de todos, por ello conservar el agua año tras año evita consumos innecesario de un bien natural cada vez más escaso. Hasta 5 años se puede mantener el agua de la piscina en perfectas condiciones de salubridad para el baño.

Moraleja: No toda agua trasparente es salubre para el baño y cuando una instalación no se cuida, se paga.